El retrato.

El retrato es la representación de la figura humana, pintura, fotografía o descripción física de una persona, mayormente del rostro humano, de manera tridimensional, cuando es una escultura, o en dos dimensiones cuando es dibujo, pintura o fotografía. En un retrato predomina el rostro y su expresión. Se pretende mostrar la semejanza, personalidad e incluso el estado de ánimo de la persona.

Se han hecho retratos durante toda la historia del arte, desde las esculturas egipcias hasta nuestros días. Se han utilizado todas las técnicas y materiales que han estado al alcance de los artistas, llevados a cabo en todas las tendencias y han evolucionado, desde un trabajo perfeccionista y meticuloso, hasta uno dislocado y cubista.

Es prácticamente imposible contar la historia del retrato en cuatro párrafos, así que le he hecho un breve resumen.

Siempre ha sido un género muy ligado al encargo, pero también los artistas han expresado por este medio sintiéndose atraídos por personas que han encontrado en su camino o por ellos mismos.

El retrato es un fiel reflejo de cada época, la riqueza, la pobreza, el poder, la guerra, todas las personas individuales que conjuntamente forman la sociedad de cada momento.

El retrato aparece mucho antes de lo que pensábamos, en el siglo V a.C. en las monedas de los reyes persas. Además de retratos de gobernantes y dioses con carácter funerario que se representaban en los sarcófagos. Se han conservado muy bien gracias a que estaban hechos con pintura encáustica (lleva cera en su composición).

En la Edad Media, la religión hacía que la persona individual no fuera tan valorada, así que se hacían las representaciones religiosas y de forma muy idealizada.

En el Renacimiento con el cambio de la sociedad el hombre vuelve a tener todo el protagonismo, siendo símbolo de su condición social.

Todo ello coincide con la aparición de la pintura al óleo. Como ejemplo tenemos a Van Eyck, con retratos burgueses.

Y en pleno Renacimiento, surgen artístas como, Miguel Ángel, Rafael, Tiziano, Botticelli, Leonardo... en Italia, Lucas Cranach, Durero... en Alemania...

En el Barroco, aumenta los retratos de la burguesía como símbolo de posición social. Rubens fue uno de los más destacados. Además de Rembrandt que trabajó el retrato mitológico, burgués y de grupo. En España conocemos a Velazquez, Zurbaran...

En el cuadro de las Meninas encontramos el primer auto retrato de Velazquez:

En el siglo XIX, el retrato pasa por las representaciones de personas a la última moda de neoclásicos y románticos, como Goya y en representaciones realistas y cotidianos como Monet.

En el siglo XX, comienzan las primeras vanguardias, predominando el color en los fovistas, la fragmentación de la forma en los cubistas, lo onírico en el surrealismo o la psicología en los personajes del expresionismo.

En los años 50 y 60 en Estados Unidos vuelve la figuración en el Arte Pop, cuyos protagonistas son iconos de la cultura de la época, actrices, personajes de cómic o políticos.

Aunque los retratos más famosos sean estos anteriores, también artistas anónimos hacen retratos increíbles con técnicas nuevas e inimaginables.

 La inspiración de esta entrada ha sido gracias a que alguien cercano a través del uso de diferentes técnicas en este campo del arte, ha despertado en mí la curiosidad sobre la historia y evolución de este arte que empezó mucho antes de lo que imaginábamos.

Retrato en blanco y negro.

Retrato con tinta china.

Retrato realizado en cartón, en 3 dimensiones jugando con las diferentes capas que posee este material.

 Retrato con lápices de colores.